Era el año 2006, yo tenía 18 años, recién entrado a la universidad y había descubierto uno de mis peores miedos. Había descubierto una de las pocas cosas que me daba miedo, dolor de estómago, manos sudorosas y literalmente ansias, como si se tratara de un paciente que odia las inyecciones y ve al doctor a pocos centímetros de introducir la aguja en su cuerpo. Pero... ¿Qué era eso que me daba tanto miedo? Pues fácil, hablar por teléfono para prospectar clientes en "frío".
Así es, suena raro en una persona que se ha dedicado desde ese momento a las ventas, pero es totalmente real. Me daba mucho miedo prospectar por teléfono, me daba miedo que me dijeran que no, me daba miedo que fueran groseros conmigo, me daba miedo no conseguir ni un solo cliente, me daban miedo tantas y tantas cosas que se que les dan miedo a todas las personas que se dedican a esta hermosa profesión. ¿Qué pasaría si existiera algo que hiciera que vieras las ventas de forma completamente diferente? ¿Algo que cambiara tu perspectiva y por consecuencia te hiciera vender mucho más? Me acuerdo que de niño yo odiaba la sopa de verduras y mi madre (como todas las madres del mundo, tienen las mejores técnicas) me decía que Rambo comía sopa de verduras todos los días para estar así de fuerte, es obvio que yo me la comía ¡LO MISMO PASA CON LAS VENTAS! Solo necesitamos un cambio de perspectiva para que el resultado valga la pena. Eso que odias y te da miedo hoy en día va a hacer que obtengas muchísimos ingresos después. Así como Rambo come sopa de verduras para estar fuerte, todos los millonarios del mundo han tenido que pasar largas horas tratando de vender y vendiendo, ese proceso es tu sopa de verduras.
En mi perspectiva, el mundo de hoy con los clientes sofisticados de hoy, nos hace literalmente imposible vender si solo contamos con técnicas de ventas. Lo explico más a fondo, hoy en día no es posible vender únicamente con cierres prefabricados, con frases pre-diseñadas, con técnicas de ventas viejas cómo la venta misma. Hoy en día los clientes tienen una sensibilidad única para detectar incongruencia en el vendedor. Nosotros creemos firmemente que para poder hacer las cosas que un gran vendedor hace, tenemos primero que ser desde dentro ese gran vendedor, esa es la gran diferencia de nuestra forma de enseñar.
Para nosotros el primer paso de la venta es interno. ¿Qué pasaría si te enteras que están vendiendo el coche que tu mejor amigo está a punto de comprar con el 50% de descuento? Apuesto que irías por tu mejor amigo corriendo y casi lo obligarías a comprar el coche pues lo están dando A MITAD DE PRECIO, ¡ES UNA OFERTA IRRESISTIBLE! Justo lo mismo debe de pasar contigo cuando vendes. Cuando vendes debes de estar seguro de que tu producto o servicio es el mejor que tú cliente puede comprar (esto debe de ser 100% cierto, debes de ofrecer algo que solo tu hagas, debes dar mejor servicio que toda tu competencia, debes de dar más a tu cliente que toda tu competencia), de esa forma pasará lo mismo que con tu mejor amigo y su coche. La situación te orillará a hacer todo lo posible porque tu cliente compre, pues sabes que le estás entregando un producto o servicio de altísimo valor, que no va a conseguir en otro lado.
Por poner un ejemplo rápido, esto es algo de lo que enseñamos nosotros. Si yo en el año 2006 hubiera estado seguro de poder entregar el mejor servicio al cliente y hubiera hablado por teléfono con la mentalidad del mejor amigo y el coche, la historia hubiera sido otra. La realidad es que lo he aprendido en este hermoso viaje en el mundo de las ventas. La verdadera venta debe de ser honesta, de gran valor para el cliente y debe venir de un lugar de total certeza por parte del vendedor.
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