Últimamente he estado leyendo y documentándome mucho sobre innovación, es un tema que siempre me ha llamado la atención; recuerdo perfecto cuando Tony Hsieh (CEO de Zappos) platicaba en una conferencia acerca de la innovación que hizo en la cultura de su organización misma que vendió en 2009 por más de mil cien millones de dólares a Amazon.
Muchas veces las personas pecamos de pensar que quienes son exitosos llegaron a ese lugar por arte de magia; gracias a una idea repentina, a un momento de inspiración, a un “eureka”. Si investigamos un poco acerca de los éxitos supuestamente repentinos de las personas (como el caso de Tony Hsieh) nos damos cuenta de que simplemente no es cierto. Las ideas maravillosas, los conceptos ganadores, las estrategias brillantes y cualquier otra valoración que implique éxito, es el resultado de procesos muy largos, de aportaciones pequeñas que se van sumando, cambiando y formando hasta que se llega al resultado final, mismo que por naturaleza deberá seguir cambiando y reinventándose siempre.
Tony Hsieh nos contaba que Zappos era una idea maravillosa pero simplemente no era rentable. Después de cuatros años de su fundación en 1999, no había forma de conseguir apalancamiento y las empresas de calzado en Estados Unidos parecían recuperarse de la recesión de 2001, definitivamente algo debía cambiar. El momento de innovación llegó, Tony decidió dejar de lado la idea de vender calzado en línea y enfocarse en ofrecer la mejor experiencia de servicio a todos los clientes. Ese fue el momento en el que la cultura de Zappos con sus clientes (internos y externos) se fue forjando hasta lo que conocemos hoy.
¿Quieres Innovar en tu negocio? Te dejo 3 ideas que te pueden servir para entrar en este proceso hermosamente caótico de la innovación.
1.- Piensa en muchas ideas pequeñas y documéntalas: Ya dijimos que la idea de que la innovación viene en un momento de inspiración mágica no es cierta. Las grandes ideas son el resultado de muchas ideas pequeñas que van encimándose y moldeando la GRAN IDEA. ¿Sabías que Beethoven era capaz de interrumpir pláticas y comidas para escribir en una partitura la ideas que se le venían a la cabeza? ¿Sabías que Picasso necesitó 8 cuadernos para explotar todas las ideas para pintar el Guernica? Si los grandes lo hacían y lo hacen, hazlo tu también, usa tu teléfono, un chat de whatsapp, una libreta, lo que sea, pero apunta tus pequeñas ideas.
2.- Comparte tus ideas y compleméntalas: Nos han enseñado a pensar que las innovaciones o logros son solamente de una persona. ¿Sabías que hubo más de medio millón de personas involucradas en poner al primer hombre en la luna? Pero solamente nos acordamos de Neil Armstrong. Recuerda que el cúmulo de ideas es lo que nutre el proceso, por lo mismo busca debatir tus ideas y enriquecerlas con más personas. Busca espacios con tu equipo de trabajo para hacerlo, si eres un lobo solitario busca un grupo de mastermind o el ambiente correcto para enriquecer tus ideas.
3.- Examina y cambia el acercamiento: Esto es algo de lo más valioso que he aprendido con Tony Robbins. La única forma de llegar al resultado que buscas es evaluando como te salieron las cosas y con esa información cambiar el enfoque. Para llegar a esa idea grande debes de evaluar las cosas que, si funcionan, las cosas que se pueden hacer mejor y entonces poner a prueba de nuevo. La vida es de prueba y error, pero con métricas, es decir, debes de saber en donde estabas, a donde llegaste con los cambios y a donde quieres ir con el nuevo enfoque.
Espero que te funcionen estos consejos que en lo particular a mi me sirven y los utilizo de forma constante. Nos vemos la próxima semana en el mismo lugar.
¡Un abrazo!
Erik Butrón.
Comments