top of page

La mentira más grande; “Enfócate en lo que salió mal para mejorar”



Hace un par de semanas hicimos la cápsula (#BrainFood) de todos los miércoles acerca de los pensamientos negativos. La titulamos “Lo negativo de lo negativo”. Quisimos abordar ese tema porque no es novedad alguna; la mayoría de las personas tienen pensamientos negativos la mayoría del tiempo. Ya se… dije muchas veces la palabra mayoría, pero ¡así es!


No importa a lo que nos dediquemos o hagamos, nuestro cerebro por “default” va a encargarse de encontrar la parte negativa de cualquier situación. Esto es así porque somos máquinas obsoletas viviendo en un mundo lleno de iPhones, Instagram, Spotify y estamos acostumbrados a obtener resultados apretando un botón. Estamos siendo rebasados por el mundo, nuestro cerebro está diseñado para mantenernos con vida, para mantenernos fuera de los peligros de hace miles de años; hambrunas, animales salvajes, guerras, cosas que podían matarnos que hoy no existen. ¿Qué pasa entonces? A nuestro cerebro no le queda claro que eso ya no existe, no entiende que ya no estamos en peligro todo el día, no le cabe en su leal saber y entender que ahora es un mundo de likes, shares, tags y views, de tal suerte que en su afán programado de mantenernos a salvo sigue activando ese software automático que dice “ALERTA, PELIGRO, NO LO HAGAS, PUEDES MORIR”.


No se si me expliqué del todo. Para decirlo en pocas palabras; nuestro cerebro está hecho para sobrevivir, por lo tanto, está programado para detectar las situaciones de “peligro” y mantenerte fuera de ellas. El tema central aquí es que muchas de esas situaciones suponen un peligro imaginario y no uno real, por eso nos da tanto miedo hacer cosas.


“¿Qué pasa si me corren de mi trabajo?”, “La cosa está muy difícil ahorita”, “Mejor ahorro, no sabes como se vaya a poner la cosa”, “Odio mi trabajo, pero mejor me quedo, está cañón encontrar ahorita”, “Para que buscas poner tu negocio si estás tan bien con tu trabajo seguro, te pagan bien”, “Cuida tu trabajo porque va a estar difícil que encuentres en donde te paguen igual”, “Me marcas cuando salgas, cuando llegues y cuando te subas al uber, la cosa está más peligrosa que nunca”, “Supiste lo que le pasó a la hija de Fernando, cuídate no te vaya a pasar a ti”– Algo similar a esto es nuestro diálogo interno operado por nuestro cerebro diseñado para encontrar la aguja en el pajar, lo negativo en cada situación.


¿Qué perjuicios tiene pensar así?


1.- Estado emocional: Ya se que parezco merolico siempre hablando del estado emocional, si lo hago es porque es lo más importante. Expresarte de una forma negativa ya sea de manera interna o externa afecta directamente tu estado emocional. ¿Tú crees que las personas más exitosas en todos los ámbitos se quedaban con los pensamientos negativos siempre? ¡Claro que no! No estoy diciendo que los campeones mundiales de boxeo, los mejores futbolistas del mundo o los mejores empresarios no tengan pensamientos negativos, si que los tienen, lo que estoy diciendo es que también tienen la capacidad de redireccionar sus pensamientos y cambiar su enfoque en menos de un segundo.


2.- Afecta tu radar: Seguramente te ha pasado; llevas años viviendo en este mundo, pero jamás habías visto tantas embarazadas hasta que alguien cercano se embarazó. Jamás habías visto tantos coches como el tuyo hasta que lo compraste. Jamás habías visto a tanta gente casarse hasta que estás comprometido. ¿Te ha pasado? Déjame desilusionarte un poco; NO ERES TAN IMPORTANTE, SIEMPRE HA HABIDO EMBARAZADAS, COCHES COMO EL TUYO Y GENTE CASANDOSE, SÓLO QUE NO ESTABAN EN TU RADAR. El radar es esa capacidad de encontrar por todos lados y ver en todos partes reflejos de tu enfoque. Es decir, tu enfoque está ahora en las mujeres embarazadas o en los coches como el tuyo, por lo tanto, tu radar se encarga de mostrarte por todas partes a mujeres embarazadas y coches como el tuyo. Todo este choro te lo eché para que entiendas que el lenguaje negativo hace que tu enfoque vaya hacia lo negativo, por lo tanto, tu radar se va a encargar de enseñarte crisis, violencia, escasez, dolor y todo lo que tu lenguaje refuerce.


3.- Práctica: ¿Te acuerdas cuando empezaste a manejar? Tenías que pensar de forma precisa cuando acelerar, cuando frenar, cuando ver por los espejos y debías tener una concentración máxima. ¿Te acuerdas que pasó después de mucho tiempo de manejar? Empezaste a hacer todo de forma automática, dejaste de pensar en los procesos y ahora simplemente ejecutas. ¿Qué paso? La práctica que es la madre de todas las habilidades hizo su trabajo. Lo que practiques lo harás bien, lo que sea; manejar, cocinar, correr, leer, pero también pensar negativo. Si practicas pensar negativo, te harás muy bueno, ten cuidado.


No te pierdas la segunda parte de este artículo, en el te daremos consejos prácticos para empezar a reconstruir tu mente y fortalecer ese músculo interno.

bottom of page